Vampyr

-(Historia relacionada, no se puede perder)-

Capítulo V

Después de atender a Aloysius, escucharás que Priwen planea asediar Pembroke con el falso pretexto de que tú y Swansea estáis detrás de la epidemia. Corriendo en ayuda de Edgar, descubres que ha sido secuestrado con un rastro de sangre que conduce al tercer piso (para los estándares no estadounidenses, el segundo piso, ya que cuentan la planta baja como ese y el piso de arriba como el primero). Al subir en el ascensor a lo que parece ser un ático, McCullum te enfrentará y te invitará a esta desafiante pelea.

Al igual que Mary, McCullum emplea tácticamente el campo de batalla a su favor en forma de rayos ultravioleta que parpadearán. Tiene dos ataques a distancia, donde te disparará una estaca directamente, o varias estacas en donde has estado o estarás. Atraviesa/esquiva para evitarlos lo mejor que puedas mientras intentas acercarte a él. El principal desafío de esta pelea son las luces ultravioleta, que a menudo caen sobre él, lo que hace imposible atacarlo mientras están encendidas. A medida que avanza la pelea, aparecerán en una cuadrícula de 3x3 similar a las ampollas de Mary, o incluso brillarán sobre él en un radio mayor. Más allá de eso, tiene un combo uno-dos-tres y un corte en carrera que son fáciles de evitar. La única amenaza que surge de esta pelea, como no puedo enfatizar lo suficiente, es la luz ultravioleta, ya que drenará tu salud Y tu resistencia al mantener una posición debajo de ella. Los marcos de invulnerabilidad que se obtienen al morderlo evitarán cualquier daño importante, así que eso es todo.

Al derrotarlo, tendrás la opción de perdonarlo o abrazarlo. Claramente, abrazarlo es algo malo a estas alturas del juego, ya que anulará lo siguiente: